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Castillo Palacio de los Condes de Oropesa |
Con el calor propio de las tierras de "más allá del [río] Duero"; con ese calor cacereño y veraniego que desgasta los sentidos, particularmente el de la cordura, de los oriundos de rincones menos severos, la sombra fresca del patio del Castillo Palacio de los Condes de Oropesa es necesariamente terapéutica. Reconvertido desde 1966 en Parador, conforme al modelo que impulsara el Marqués de la Vega-Inclán, tiene en el patio central uno de sus principales atractivos; todo ello sin demérito, ni del relajante balcón gótico - que también se abre sobre el patio; ni de alguna de sus más nobles estancias.
Fernández Álvarez de Toledo, tercer Duque de Alba de Tormes, mandó edificar la fortaleza cuando
Jarandilla fue integrada en el condado de Oropesa, allá por el siglo XV. El castillo palacio debe gran parte de su fama al hecho de que acogiera entre sus muros a
Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico entre noviembre de 1556 y febrero de 1557, el tiempo que tardaron en completarse las obras de la casa palacio que el propio emperador mando construir junto al Monasterio de la orden de los Jerónimos en Yuste, donde ya permanecería hasta el final de su imperial vida, el 21 de septiembre de 1558.
Pero la de
Yuste es ya otra historia de la que hablaré en mi próxima entrada.
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Castillo Palacio de los Condes de Oropesa |
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Castillo Palacio de los Condes de Oropesa - desde el balcón gótico. |
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Estancias del Castillo Palacio de los Condes de Oropesa |
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Estancias del Castillo Palacio de los Condes de Oropesa |
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Anexo al Castillo Palacio de los Condes de Oropesa |
Nota técnica:
Es la primera ocasión en la que puedo poner a prueba mi última adquisición: un trípode ligero, pequeño ... pero capaz: Hama Traveller Premium Dúo 150. Puedo entender que lo de "Hama" asusta - ok, no es Manfrotto. Por supuesto tengo mi veterano, robusto, pesado y poco plegable Manfrotto 190XB (con su monstruo-rótula 804RC2), que jamás me dejará tirado ... porque debido a su peso - 5kg largos - y tamaño plegado ya casi nunca me acompaña. Pero cuando Hama se paseó por mis tentáculos digitales, a la mitad de su precio habitual, no pude decir no.
Dos días más tarde llegaba a mi buzón un trípode que plegado no mide más de 38,5cm, que pesa 1,5kg y que es capaz de soportar una carga de 5kg (suficientes para mi 5D MkIII, con empuñadura y el 70-200 y un flash montado - por echarle peso a lo tonto).
Un viaje y 425 fotografías después, debo reconocer que me tiene satisfecho. Trátese con precaución y disfrútese con devoción.