sábado, 31 de agosto de 2019

Tiananmen

Guardia frente a la Puerta de la Paz Celestial, sobre los siete puentes que salvan el foso de la Ciudad Prohibida.

Igual que Rio de Janeiro tiene su sambódromo ... capitales de países "como China" tienen sus explanadas para sus "quedadas" marciales, sus desfiles y su parafernalia bélica y supremacista. Demostraciones de testosterona con sus misiles, tan nucleares y tan fálicos, que, en el caso de China, no sabes del todo si solo apuntan hacia afuera ... o también hacia adentro.

La Plaza de Tiananmen es un lugar paradigmático de esa dualidad tan mal llevada y tan poco disimulada. El guía de nuestro viaje, ¿verdad o mentira?, arguyó que se había enterado de los acontecimientos de la Plaza de Tiananmen de junio de 1989 por los turistas que le preguntaban por el lugar donde un solitario hombre detuvo una columna de tanques. Negando primero por desconocimiento, cuando finalmente preguntó a su padre por aquellos "bulos" occidentales, este si supo darle alguna información deslavazada. Treinta años después, nuestro guía escenifica lo que parece que las autoridades esperan del pueblo chino: la economía va mejor, pues ... "Usted haga como yo y no se meta en política". Y sonríe.

El siguiente vídeo es un mínimo higiénico que hay que tener en mente cuando uno rememora o evoca la plaza de Tiananmen. O cuando se piensa en China como una potencia global emergente.




La Plaza de Tiananmen (o Plaza de la Puerta Celestial) de Beijing fue ideada dentro de los planes urbanísticos en la creación de la República Popular de China, en 1949. A efectos prácticos, se trata de una grandiosa explanada para acoger las icónicas demostraciones de adhesión política y los desfiles militares. La plaza se abre al sur de la histórica Ciudad Prohibida, prolongando su eje norte-sur, con 440.000 metros cuadrados (880m x 500m).

Al norte de la plaza, entre esta y la Ciudad Prohibida, nos encontramos la avenida Chang'an y, detrás, la Puerta de la Paz Celestial (con el retrato de  Mao Zedong) a la que se accede cruzando el "Río de Aguas Doradas" - que no es un río, sino el amplio foso de la propia Ciudad Prohibida. El foso se cruza a través del puente central, de un conjunto de siete puentes paralelos.
Al sur, la Puerta de Zhengyangmen (en su momento, puerta de la muralla de la ciudad) y también el Mausoleo de Mao Zedong, fundador de la República Popular China.
En medio de la plaza, el monumento a los Héroes del Pueblo. Al este, el Palacio del Pueblo, sede de la Asamblea Popular Nacional; y al oeste, el Museo Nacional de Historia y de la Revolución.


Al sur: Puerta de Zhengyangmen.
Vista desde el centro hacia el oeste: Monumento a los Héroes del Pueblo y Palacio del Pueblo.
Vista desde el centro hacia el este: Museo Nacional de Historia y de la Revolución.
Detalle de un relevo de guardia, con el Museo de fondo.
Puerta de la Paz Celestial, vista desde el centro de la plaza. 
Panorámica de la Puerta de la Paz Celestial, detrás de la avenida Chang'an.
Perspectiva de la Puerta de la Paz Celestial.
Vista de Tiananmen desde el norta, con el Monumento a los Héroes del Pueblo y el Mausoleo de Mao Zedong, detrás.





Vista de la avenida Chang'an hacia el este, con la China Zun Tower (528m - el edificio más alto de Beijing).

viernes, 30 de agosto de 2019

Palacio de Verano de Beijing

Palacio de Verano de Beijing, con el lago Kunming en primer plano.

Meses (demasiados) más tarde, aquí estamos, de vuelta, retomando algo que empecé, por estas mismas fechas, hace ya ocho años: combinar fotografías y palabras para explicar historias en el vacío. Lo cierto es que si algo te acompaña por años le acabas cogiendo cariño. Ocho años son muchos: 567 entradas y probablemente dos o tres mil fotografías dan cuenta de una actividad que, en épocas, llegó a ser incluso frenética.
Empiezo hoy la serie que recoge nuestro reciente viaje a China y al Tibet. Estará estructurado secuencialmente entorno a una página índice que incluirá un mapa, la serie temporal y fotografías índice, de la misma manera que quedó organizado el viaje a Japón.




El Palacio de Verano (de Beijing) es un monumento a la arquitectura y al paisajismo clásicos en China. Combina la grandeza propia de un jardín imperial con la voluntad mimética natural de la arquitectura china: la obra humana y la obra natural, juntas, en armonía.

El Palacio de Verano de Beijing es un escenario de gran belleza, dominado por la colina de la longevidad y el lago Kunming. El conjunto tiene una extensión de más de 300 hectáreas, con tres cuartas partes de esta superficie cubiertas por el agua. El conjunto tiene 70.000 m2 de construcciones compuesta por palacios, pagodas y otras estructuras arquitectónicas antiguas.
El palacio es considerado desde 1998 como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, quien destaca en sus notas precisamente la capacidad del palacio para reunir en armonía naturaleza y arquitectura; así como por haber servido de referencia para el desarrollo de otros jardines en occidente; y por resultar, en definitiva, un símbolo de una de las civilizaciones más importantes del mundo.


El Palacio de Verano fue originalmente construido en 1750 por el emperador Qianlong; y quedó completamente destruido por las tropas franco-británicas en 1860. El gobierno de la dinastía Qing lo comenzó a restaurar en 1886 desviando fondos originalmente destinados a la Armada imperial. En 1888 el palacio recibió su nombre actual: Jardín de la Salud y la Armonía.
En 1900 el recinto volvió a sufrir importantes daños causado por las tropas de la Alianza de las Ocho Naciones, que invadió territorio de China con el pretexto de derrotar al levantamiento de los Boxers. Dos años más tarde, en 1902, los daños fueron de nuevo reparados.
Desde la fundación de la República Popular China, el palacio ha sido objeto de sucesivas renovaciones y restauraciones.

Alguno de los elementos más destacables serían el Gran Corredor, una galería techada, decorada con 14.000 pinturas, de casi 750 metros de longitud que discurre a orillas del lago; el Barco de Mármol, un pabellón anexo al muelle destinado a la celebración de fiestas; o el bello Puente de los Diecisiete Arcos.



Esculturas del Qilin en el Palacio de Verano de Beijing.

Un Qilin es un ser mitológico chino con cabeza de dragón, cola de león, piel de pez, pezuñas y cuernos de ciervo que protege del fuego.

Incensarios de bronce del Dragón (Emperador) y Fénix (Emperatriz).
Pabellón de la Benevolencia y la Longevidad, Palacio de Verano de Beijing.
La Torre o Pabellón Wenchang al lado de un mar de nenúfares.

Colina de la Longevidad, con la Torre Budista del Incienso y el Templo del Mar de la Sabiduría.
Detalle de la Torre Budista del Incienso.
Vista sobre el lago Kunming de la colina de la Cascada de Jade con la Pagoda del Pico de Jade.
El Gran Corredor.


Leona de Fu, leona de Buda o Leona China ...
... es una leona, porque tiene una cría bajo su zarpa. Si fuera un león, tendría un orbe.
Barco de Mármol.
Un paifang decorado (una puerta china) da acceso a uno de los muchos y bellos puentes.



Las china-guiris.