Canon EOS50D | ISO640 | 50mm | f/5.6 | 1/40s |
Sigo practicando con el Canon 50mm f/1.4; y sigo disfrutando en el empeño.
Si por la mañana tentaba la suerte fotografiando deporte en interiores, intentando sacarle partido a la luminosidad de este objetivo, por la tarde me centré en seguir comprendiendo su profundidad de campo; y en seguir gozando en el empeño.
A diferencia del primer día ("focal fija"), en este segundo encuentro he procurado ser menos agresivo con la elección de la apertura, especialmente en los primeros planos.
En la primera imagen, con f/5.6 tengo dos (2) centímetros de profundidad de campo, lo cual me ha permitido captar razonablemente la curvatura de la verja.
Canon EOS50D | ISO800 | 50mm | f/6.3 | 1/50s |
Canon EOS50D | ISO320 | 50mm | f/11 | 1/500s |
Canon EOS50D | ISO100 | 50mm | f/8.0 | 1/160s
Con f/8.0 y sin "acosar" al sujeto, la profundidad de campo es más que suficiente; incluso más de lo deseable para darle algún interés al motivo, que en esta ocasión ha quedado todo él enfocado. Tratándose de una estatua, y teniendo un fondo tan alejado, me pareció razonable intentar un "todo/nada". Pero cuando emplee este objetivo para retrato de personas voy a tener que tener muy presente qué es exactamente lo que quiero obtener de él: probablemente algo más de profundidad que con mi hija; y algo menos que con Ramón Casas.
Tengo más fotografías de esta prueba en el álbum "Sitges 50mm".
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