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| Castillo de Javier |
Quiero suponer que para todos los que militamos de tocayos, en este caso dizque Javieres varios, incluso por mucho que echemos a faltar el precedente franciscano, esto de tener villa y castillo ligados a nuestro nombre tiene gracia.
El castillo (y la villa de Javier) están situados en Navarra, tocando prácticamente a Aragón, todavía dentro de la comarca de Sangüesa. El Castillo, del siglo X, vio nacer a San Francisco Javier – hijo de los Señores de Javier. El actual edificio, junto con la basílica adosada, es fruto de la restauración iniciada en el siglo XIX por la casa de Villahermosa, después de que la construcción hubiera alcanzado el grado de ruina.
Ya en 1516, en castigo por la defensa de la independencia del reino de Navarra por parte de los Señores de Javier, el Cardenal Cisneros ordenó su completa demolición, saldada con una severa mutilación de la fortaleza, que quedo así desprovista de relevancia militar.
Diez años antes, en 1506, nace en el castillo Francisco de Jasso Azpilicueta Atondo y Aznares, San Francisco Javier … confesor, misionero, sacerdote y religioso, precursor y estrecho colaborador de San Ignacio de Loyola en la fundación de la Compañía de Jesús.
Teniendo en cuenta que de ello hace ya 500 años, Francisco de Javier tuvo una vida (religiosa) especialmente movida. De hecho, fue legado papal en “las tierras del Mar Rojo, del Golfo Pérsico y de Oceanía, a uno y otro lado del Ganges”, lo que podría antojarse como una definición relativamente amplia. Si bien, palidece geográficamente cuando uno alcanza a atisbar la magnitud y osadía de sus viajes, hasta el mismo día de su muerte, el 3 de diciembre de 1552, en la isla china de Shangchuan.
Inevitablemente, Pio XI le nombra patrono de las misiones.
Evitablemente, Pio XII de proclama patrono del turismo.
Por Dios: ¡Qué infalible inconsistencia!
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| Interior de la basílica |
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| Detalle del Santo |
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| Detalle del castillo |
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| Museo, interior del castillo |
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| Oratorio |
