Calle Esquirol |
Me fascinan las callejuelas y los callejones. Rincones escondidos, apenas iluminados. Si además es Navidad, los adornos ocasionales hacen el resto. Cuesta creer que estés en una ciudad como Barcelona, muchas veces a escasos pasos de lugares infinitamente más concurridos.
A lo mejor me gusta más la paz que los callejones.
Callejón |
Carrer del Rec |
No será el rincón más bello, aunque la calle Flassaders tiene el encanto de su exagerada estrechez y el de dar cobijo a rincones y lugares peculiares, como ya expliqué en "Procesando la Báscula".
El que hoy muestro es uno de mis locales preferidos: la pastelería HOFMANN, Flassaders 44; su glorioso Croissant de Mascarpone es una de mis mayores debilidades.